La actividad, que reunió a autoridades, usuarias y miembros de la comunidad
educativa, celebró los logros alcanzados por los niños y niñas participantes, así
como el apoyo brindado a las mujeres en su desarrollo personal y profesional.
El Programa 4 a 7, impulsado por el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de
Género y ejecutado en colaboración con la Municipalidad de Illapel, celebró una
ceremonia conmemorativa en la que se reconoció el esfuerzo de las usuarias, niños
y niñas que forman parte de este importante proyecto social. El evento contó con la
participación de autoridades locales, educadores y familias, y destacó el
compromiso de todos quienes forman parte de este programa que favorece la
autonomía económica femenina.
El objetivo principal es apoyar a las mujeres en su desarrollo económico y personal,
brindando un espacio seguro para el cuidado de los hijos e hijas de las
participantes, en un horario que les permite estudiar, trabajar o capacitarse. Esta
iniciativa, que se lleva a cabo en diversas comunas del país, se materializa en Illapel
gracias a la colaboración entre el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de
Género y la Municipalidad local. En este sentido, la directora regional, Priscilla
Olivares Verasay, comentó que “en el caso de Illapel, hemos logrado tener una
vinculación exitosa con esta alcaldía, hay una disposición a trabajar en conjunto, se
brindan los espacios y se facilitan procesos que de repente pueden resultar
engorrosos para que este programa funcione adecuadamente”.
El administrador municipal, Miguel Jopia López, destacó el trabajo coordinado en la
comuna, señalando que “la Municipalidad ha desarrollado lo que es El Espacio de
La Mujer que consolida las distintas líneas programáticas que ofrece SERNAMEG y
el municipio en beneficio de las mujeres de la comuna. Hoy estamos relevando y
destacando el trabajo de este programa, creemos que con ese noble gesto estamos
ayudando de una manera significativa a que las mujeres puedan desarrollarse de
mejor forma”.
Durante el año 2024, el programa ha permitido que más de un centenar de niños y
niñas de las escuelas Valle del Choapa, San Rafael de Rozas y Villa Los Naranjos
participen en actividades que les han permitido fortalecer sus habilidades sociales,
emocionales y cognitivas, en un ambiente de aprendizaje positivo y inclusivo. A
través de diversas dinámicas, los niños han aprendido a trabajar en equipo, a
desarrollar su creatividad y a mejorar su autoestima, elementos clave para su
desarrollo integral.
La ceremonia estuvo marcada por la intervención de la psicóloga municipal, quien
destacó los avances de las participantes y entregó herramientas de autocuidado. La
profesional, que trabaja en el Espacio de La Mujer y Equidad de Género, agradeció
el esfuerzo conjunto de todos los involucrados, enfatizando la importancia de
continuar con estos espacios de cuidado y formación, que son fundamentales para
el bienestar de las mujeres y sus familias.
Las usuarias presentes en la actividad enfatizaron la importancia de esta red de
apoyo gratuita para su desempeño en los distintos roles que cumplen en su vida y
en la sociedad. En este sentido, Millaray Aguilera señaló que “es un programa
fundamental, sobre todo para mi hija porque yo soy madre jefa de hogar y me han
ayudado bastante, he tenido harto apoyo y mi hija ha sido bien cuidada”. Por su
parte, Andrea Daine, añadió que “ha sido un apoyo gigante como mamá
principalmente, porque puedo estar tranquila posterior al horario del colegio, ya que
mi hija no se mueve a ningún lugar y las tías se preocupan de las actividades y
tareas. Son muy preocupadas de las niñas, eso lo agradezco mucho y a mí por lo
menos me ha beneficiado casi como si la cuidara alguien muy cercano”.
Además, durante la ceremonia, se entregaron diplomas de reconocimiento a los
directores de las escuelas que participan en el programa, así como a los equipos de
profesionales que trabajan diariamente con los estudiantes. Estos reconocimientos
fueron entregados por autoridades, quienes valoraron el compromiso y la dedicación
de los equipos educativos.
El programa también ha fomentado la creación de redes de apoyo entre las
participantes, lo que ha permitido generar un ambiente de solidaridad y colaboración
entre ellas. Este espacio no solo beneficia a las mujeres, sino también a sus
familias, brindando un soporte clave en su proceso de desarrollo y empoderamiento.